03 – El circuito pulsional como generador de la subjetivación. Bernard Penot (nº 97) (No se puede adquirir)

Es un hecho que Freud se abstuvo, casi de modo sistemático, de emplear en su obra el término «sujeto». Sin embargo, hay una excepción notable que debería llamar nuestra atención: en Pulsiones y destinos de pulsiones (1915), recurre de modo reiterado a la noción de sujeto (subjekt) cada vez que describe un «destino» corriente de las parejas pulsionales básicas, el que hace que se sucedan «la vuelta sobre el cuerpo propio», «la transformación de la meta», es decir, la búsqueda de satisfacción en la modalidad pasiva (hacer que nos miren, que se hagan cargo de nosotros, etc.). En esos casos, Freud llama «sujeto nuevo» al indispensable agente exterior de la pulsión activa. El autor encuentra aquí el comienzo de una concepción específicamente psicoanalítica de la función sujeto que tiene consistencia por ser agente del mismo juego pulsional, con su dimensión de inconsciencia y que, por eso mismo, se distingue de las funciones reservadas al yo. Propone situar la matriz original del proceso de subjetivación entre el aferramiento pulsional ciego del niño pequeño y la respuesta recibida del progenitor que va a ir adquiriendo cada vez más significado. Se expone el tratamiento de una paciente bulímica, como ilustración de esta problemática de la subjetivación que queda reforzada si no se cae en la trampa de la servidumbre oral.

Palabras claves: Sujeto, Subjetivación, Circuito pulsional, El otro, Sujeto de la pulsión, Objeto de la pulsión

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